Desde el descubrimiento de Johannes Gutenberg, hacia 1398, cuando descubrió los tipos móviles en el montaje de moldes originales para imprimir en las prensas, la imprenta verdaderamente no ha experimentado una verdadera revolución hasta la llegada a mediados del siglo pasado de las prensas automáticas Heildelberg. Pero seguía existiendo el mismo modo de composición de moldes con tipografía móvil, exceptuando el gran avance que significó la Linotipia, máquina provista de un crisol y un teclado y que fundía el molde a medida que el linotipista tecleaba textos.
En los años setenta comenzó en nuestro país otro nuevo sistema de impresión llamado Ofsset, basándose en la confección del molde a imprimir en una plancha de papel o metálica en la que se había grabado por medio de la transmisión fotográfica o similar el texto y gráficos a imprimir. Esto fue un verdadero avance por dos motivos: la rapidez y la libertad de maquetación. Ya no había que basarse en los rígidos cíceros y puntos, sistema de medida de imprenta.
Pero el verdadero avance llegó con la informática. Ella nos ofreció programas y sistemas para maquetar desde un periódico a una simple tarjeta de visita. Pero las máquinas más avanzadas seguían utilizando el ofsset para realizar la impresión.
Llegó a finales del siglo XX una revolución más espectacular a la imprenta: la impresión digital.
Este modo de impresión ha sido la solución para tiradas de pocos ejemplares a un bajo precio, tanto en tintas planas como cuatricomías.
Pues bien, la Imprenta Rápida Burjassot pone a su disposición toda la tecnología actual a esos precios tan interesantes para hacer ediciones pequeñas. No obstante también disponemos de otras formas de impresión más convencionales para realizar tiradas más largas.

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